Por muy duro que uno entrene, por más que se esfuerce y por más horas que dedique a la práctica deportiva, si no se lleva a cabo un buen entrenamiento invisible, difícilmente se alcanzarán los resultados deseados. Y es que el entrenamiento invisible —es decir, todo aquello que pasa desde que se termina un entrenamiento hasta la siguiente sesión: planificación, recuperación, alimentación, descanso, etcétera— es la base de un rendimiento deportivo óptimo. Y, dentro de todo ello, hay un capítulo que merece una atención especial: la alimentación e hidratación.
Y es que hay un enorme abanico de posibilidades de intervención cuando hablamos de nutrición deportiva. Pero por eso, también, es buena idea contar con la asesoría de un profesional capaz de realizar una completa valoración del deportista y de establecer una pauta adecuada de hidratación y alimentación antes, durante y después del entrenamiento.
En Bonasport, los socios tienen acceso a un completo asesoramiento nutricional dentro de los servicios que ofrece Bonasalud, el área de salud del club liderado por especialistas de Recover Pro. Y, además, la primera consulta con la especialista en Nutrición Deportiva es gratuita.
Entre las primeras cuestiones a valorar por el especialista en nutrición están los hábitos alimenticios del deportista, sus gustos particulares, los horarios que sigue, etcétera. También el control de peso de forma regular y la valoración de la composición corporal de forma periódica serán de gran ayuda a la hora de monitorizar la evolución del deportista.
Con toda esta información, el especialista podrá establecer un plan de nutrición adecuado a cada persona, prestando atención tanto a la alimentación como a la hidratación.
Pautas de hidratación
Durante una sesión de ejercicio físico puede llegar a perderse hasta un libro de agua y nutrientes —llamados electrolitos— sin necesidad de que la actividad sea de alta intensidad. Esto se debe a que el cuerpo pierde una gran cantidad de agua tanto en la sudoración como en forma de agua exhalada por la boca en la respiración. Y en ello, además, influyen múltiples factores, desde la intensidad del ejercicio y las características del deportista hasta la ropa empleada o la humedad del ambiente.
De ahí que pautar la hidratación sea una de las cuestiones más importantes durante la práctica deportiva: es necesario beber un rato antes de comenzar la actividad para llegar a ella en buen estado de hidratación, hidratarse a pequeños sorbos a lo largo de la práctica y beber abundantemente al final de la misma para recuperar todo el líquido perdido. En este sentido, además, el asesoramiento nutricional es clave para determinar con el deportista qué tipo de bebidas ingerir, en qué dosis y cuándo. Y en el caso de competiciones, por ejemplo, es relevante concretar si es necesario tomar una bebida distinta antes y después de la competición.
Los tiempos de la alimentación
De igual forma, la ingesta de alimentos debe estar pautada antes, durante y después del entrenamiento o la competición para asegurar las reservas energéticas que el cuerpo irá consumiendo durante la práctica deportiva. Además de realizar una pre-carga de alimentos antes de comenzar, durante la sesión de ejercicio o en su descanso es posible también ingerir productos basados en carbohidratos de asimilación lenta o rápida, en función del deporte que se practique. Y, finalmente, como en el caso de la hidratación, es fundamental nutrirse adecuadamente al finalizar la sesión deportiva. De hecho, existe un periodo de dos horas que se inician justo al terminar la actividad que se llama “Open window” y durante el cual la asimilación de nutrientes se maximiza por completo. En este sentido, la intervención del nutricionista es fundamental para conocer el mayor o menor consumo de carbohidratos, proteínas o grasas saludables recomendado para cada deportista.
