Manuel Orantes es uno de los pioneros del tenis español y el primero en conquistar la Copa Masters en 1976. 39 años después de su gran éxito, la organización del torneo que reúne a los ocho maestros de la temporada le rendirá un merecido homenaje tras haberse impuesto en aquella final en plena década de los 70 al polaco Wojtek Fibak en un durísimo partido a cinco sets.
Rafael Nadal y David Ferrer se han convertido en unos asiduos de la Copa Masters, el torneo que supone el fin de fiesta de la temporada dentro del circuito ATP tras el World Tour que lleva el tenis a todos los rincones del mundo sin una semana de respiro desde el mes de enero. Aunque el aficionado español se ha habituado a tener a más de un representante entre la élite mundial año tras año, hubo un tiempo en el que ver a un tenista de España triunfando a nivel internacional era toda una rareza. Manolo Santana abrió el camino en la década de los 60, pero sus mejores años llegaron antes de la implantación de la Copa Masters (1970). Quien sí consiguió superar esa barrera fue Manolo Orantes, que cantó victoria en 1976.
Tuvo un duro camino en el round robin con Eddie Dibbs, Roscoe Tanner, Wojtek Fibak y Harold Solomon, y en la final volvió a cruzarse con Fibak, al que venció en cinco disputados sets (5-7, 6-2, 0-6, 7-6 y 6-1). Casi cuatro décadas después, España vive los últimos coletazos de una generación de tenistas que, sobre todo en número, va a resultar inigualable, y Orantes observa desde un discreto segundo plano cómo no hay relevo a Nadal y Ferrer a medio plazo.
Donde sí quiso involucrarse más Orantes fue en la base, participando en el CT La Salut, el club en el que el tenista granadino tuvo su primer contacto con una raqueta de tenis de madera. En la actualidad, Orantes forma parte de la Escuela Intensiva BonaSport, en la que imparte cursos a grupos reducidos para que los más jóvenes den sus primeros pasos en el tenis de competición.
La visión del tenis español de Orantes es siempre bastante clarividente, y en una entrevista al diario El País en 1998 ya auguraba que llegaba una buena camada de tenistas (Nadal, Ferrer, Feliciano López, Fernando Verdasco, etc .). Mucho más pesimista se muestra hoy, y así lo reconoció en una reciente entrevista a Sport en la que el pronóstico era más oscuro: “Puede volver a pasar lo de los 90 cuando se vayan Nadal, Ferrer y compañía (…), no se veía relevo, el tenis estaba muy mal. No hay estructura”.
Su discreción en la primera plana del tenis español llega principalmente por el hastío ante la situación que ha venido observando en los últimos años: “A mí me encantaría estar ligado al mundo del tenis, pero ¿por qué juego al dominó? Porque no encuentro nada que me motive”. Duras declaraciones de un jugador que llegó a despertar la admiración del mismísimo Stan Smith, el primer ganador de la Copa Masters, que asegura que no vio un tenista como él en tierra batida.