(artículo escrito por Carmen Lanchares con la colaboración del Club Bonasport)
Quema más calorías que correr, es fácil, trabaja hasta cuatrocientos músculos y tonifica el cuerpo. Quienes lo practican dicen que engancha y aseguran que además es divertido. El ‘jumping’ está de moda.
Saltar no es solo un juego de niños. De hecho, es una completa actividad que lleva algún tiempo arrasando en los gimnasios de medio mundo. Como viene siendo habitual, la actual fiebre por ponerse en forma a base de brincos brotó en Estados Unidos, aunque su origen está en la República Checa donde dos jóvenes entrenadores, algo aburridos de las rutinas de siempre, decidieron introducir una cama elástica en los ejercicios. Algo más de una década después, y gracias a algunas de sus más famosas practicantes, como Victoria Beckham, Madonna o Gwyneth Paltrow, la disciplina ha dado el salto a la fama y se ha versionado en distintas modalidades, integrándose, incluso, en el yoga.
Divertido y eficaz
Conocido como jumping fitness, air fit o body jump, «este entrenamiento se basa en realizar los ejercicios sobre un trampolín o cama elástica individual, siguiendo normalmente una coreografía», sintetiza Alberto Rosales, entrenador personal del club deportivo David Lloyd Aravaca. «Es una clase muy buena para quienes quieren tonificar y perder peso, ya que en una sesión de 45 minutos intensa se pueden quemar entre 500 y 600 kcal. aunque se necesita un mínimo de agilidad y equilibrio para poder aprovechar la sesión», continúa este experto. De hecho, diez minutos de ejercicios en trampolín equivalen a treinta minutos de running, lo que supone también un incentivo para quienes tienen una agenda demasiado ajustada. Además, quienes lo han probado afirman que es una actividad muy entretenida y perfecta para liberar tensiones. Una de las grandes ventajas de entrenar sobre un trampolín, combinando saltos rápidos y lentos y pasos aeróbicos, es que no solo se trabaja el tren inferior, sino todo el cuerpo. De hecho, según se afirma en jumping-fitness.com, se activan y relajan más de cuatrocientos músculos a la vez.
Beneficios extra para mujeres
«El entrenamiento funcional requiere coordinación, fuerza, trabajo de core y confianza en uno mismo», resume José Expósito, director técnico del Club Bonasport, en Barcelona, quien considera que esta disciplina es especialmente interesante para las mujeres porque, además de los beneficios cardiovasculares, ayuda a mejorar la densidad ósea y a activar el metabolismo. «Una buena rutina que aconsejo a mis alumnas es saltar a la comba sobre una colchoneta todas las mañanas, nada más levantarse, para activar el sistema linfático», concluye este entrenador.
«El salto es un ejercicio que se puede realizar con distintos materiales: un minitrampolín, haciendo rebotes sobre un Bossu, sobre una colchoneta o realizando movimientos aeróbicos de salto en el agua», explica Expósito. También se puede practicar con unas kangoo jumps, una especie de zapatillas parecidas a patines que en vez de ruedas disponen de un amortiguador que permite realizar los botes. En cualquier caso, todo el mundo está de acuerdo en que aunque se suda mucho siempre se termina con una gran sonrisa