Deportista de toda la vida, profesora por vocación y triatleta desde hace año y medio, Sara Carmona se enganchó al triatlón porque es un deporte “divertido, exigente y fuerte”, tres aspectos que según ella “encantan a las mujeres”. Sara Carmona Hernando nació hace 28 años en Barcelona, donde al cabo de unos años empezó con el ballet, la gimnasia artística y el tenis, entre otros deportes colectivos. Un día se decidió por la natación, deporte que practicó durante ocho años a nivel competitivo llegando a estar en Campeonatos de Cataluña y de España y consiguiendo medallas. Creció y empezó a trabajar como profesora en ciclos formativos de deportes, donde una de sus alumnas muy metida en el triatlón le contó la experiencia con tanta pasión que le picó el gusanillo. Hace poco más de un año disputó su primer triatlón.
Sara, tú que los tienes frescos, ¿cómo son los primeros pasos en el triatlón?
A nivel de sensaciones, en abril del año pasado debuté en mi primer triatlón y disfruté tanto que no dudé en buscar mi próximo reto en el calendario.
A nivel de dificultad, al venir del mundo de la natación ha sido más fácil de lo que esperaba, ya que después de nadar me centré en el running, organizando eventos y llevando entrenamientos para todos los niveles. Lo que más me costó fue la bici, ya que era la primera vez que me subía a una bici de carretera. Tuve una sensación muy rara, pero a la vez muy agradable. No pesaba nada y cogía velocidad sin apenas darme cuenta.
Cuando te inicias con algo es muy gratificante, cualquier mini paso que haces se convierte en un cambio muy grande, ya que son tres disciplinas y a la mínima que mejoras en alguna, el cambio está asegurado.
Desde Polar advierten de un parón en el crecimiento del triatlón y la tendencia de que muchas chicas que habían empezado se han pasado a una de las disciplinas, especialmente la bici. En tu caso ha pasado al revés, de la natación al triatlón. ¿Cómo ves esta tendencia?
Creo que no ha habido ningún parón, sino que, ahora, además de hacer triatlones, se hace bici. El ciclismo aún sigue siendo un deporte en que la participación masculina es muy superior a la femenina, supongo que debido a su dificultad, sobre todo en la BTT. Pero cada vez somos más las mujeres (me incluyo), que nos estamos dando cuenta de que este deporte es muy divertido, exigente y fuerte, tres aspectos que a las mujeres nos encantan, además de mantenernos en forma y ser un deporte muy saludable.
¿Y qué marcas están sabiendo adaptarse más a las necesidades de la mujer triatleta?
Orbea y Orca son dos marcas que realmente están apostando muy fuerte por la mujer, haciendo diseños muy atractivos pero sin olvidarse de la comodidad y el confort. Ahora tienen una nueva campaña en la que tú puedes hacerte tu propio diseño, por lo que puedes cubrir al máximo tus necesidades.
Éstas son las dos marcas que más conozco y las que he llevado siempre, por lo que tampoco puedo hablarte del resto…
En general, pues, ¿percibes un buen equilibrio entre moda y aspectos técnicos del material de triatlón?
Hoy en día si las marcas no están acordes a las directrices que marca la moda, cuesta más acercarse a la mujer. Sin embargo, creo que una cosa no quita la otra y que se puede seguir la moda buscando la mayor comodidad y beneficio para la triatleta, añadiendo los mejores materiales y buscando mejoras para su rendimiento.
Además de la sensación de engancharte, tengo entendido que el material fue protagonista absoluto en tu primer triatlón, ¿verdad?
Sí. De hecho, al finalizar me pregunté: ¿he hecho algo bien? Y me explico: nada más salir del agua me dirigí al box a por la bici y me saqué el neopreno, el gorro y las gafas. En ese momento, me puse las zapatillas de correr directamente (ya que todavía no tenía bici de carretera) y me dejé lo más importante, el dorsal… Tuve que volver al box con la bici a cuestas.
Cuando finalicé la bici, en la transición dos, giré el dorsal y salí corriendo escopeteada, olvidándome de que llevaba el casco puesto. Vuelta al box para sacarme el casco, dejarlo en el cajón y salir de nuevo a correr.
En la parte del running, un circuito llano de 5km, no oía nada y yo creía que era porque iba muy concentrada. Llegué a la meta dando saltos de alegría. Fui a abrazar a mis padres y me dijeron: “¡Hija! ¿Sabes que llevas los tapones de natación puestos?” En ese momento entendí por qué no oía ni aplausos, ni ánimos, ni nada…
En fin, todo lo que te puede llegar a pasar en un triatlón, me pasó ese día. Una experiencia brutal y, desde luego, que no volvió a suceder. A pesar de todos los despistes, disfruté como una niña pequeña. Los nervios del principio te juegan esta mala pasada, pero todo se convierte en un nuevo aprendizaje para las próximas carreras.
Hablando de aprendizaje, ¿cuál ha sido la principal lección aprendida con el triatlón?
Dejar de lado las excusas. El triatlón es un deporte al que se le tiene que destinar, como mínimo, tres días de entrenamiento, un día para cada disciplina. Si quieres mejorar y buscar resultados es muy difícil conseguirlo si no te sacrificas y no tienes una disciplina. Realmente sorprende la capacidad y el aguante que tiene el cuerpo a adaptarse al cambio de los tres deportes y la superación de uno mismo cuando lo consigues.
Con el sacrificio y la disciplina por bandera para mejorar en el triatlón, ¿cómo es tu día a día?
Me levanto a las 6:30 de la mañana, hago un pequeño desayuno y a las 7:00 ya estoy en la carretera para dirigirme al trabajo. Por las mañanas, imparto clases en un colegio hasta las 15:30h. De ahí me voy para casa a comer y preparar rápido la mochila para ir a entrenar al Club Bonasport, donde hago trabajo de fuerza, natación en piscina y spinning; cuando tengo poco tiempo. Otros días voy al parque o a la playa para entrenar en aguas abiertas y correr. Por la tardes, también aprovecho para idear nuevos vídeos para mi canal de YouTube y publicaciones en mis redes sociales (Instagram y Facebook). ¡Hay días que estoy desde las 6 de la mañana hasta las 22 de la noche sin pasar por casa!
Ese tiempo que dedicas a redes y blog, ¿qué te aporta y qué has aprendido de ello?
Las redes me están permitiendo tener una mayor plataforma de diálogo y de aprendizaje. Antes me limitaba a explicar y enseñar la actividad física y el deporte entre cuatro paredes y ahora tengo la libertad de comunicarlo a todo aquel que esté interesado en el tema.
Las redes están haciendo que viva más intensamente mi profesión y que la ame aún más. La gente hoy en día está concienciándose de que es importante incluir el deporte en sus vidas y esto me hace muy feliz, ya que para mí, el deporte no es solo para tener una vida sana y saludable, sino que también me ayuda a planificarme, a trabajar en valores, a superarme día tras día, a conocer gente… Para mí el deporte es todo: familia, diversión, salud y bienestar.
Todo esto es lo que quiero transmitir en mi canal de YouTube con el proyecto ‘Arriba’, destinado a todos los públicos, personas que se inician en el mundo del deporte, que ya llevan toda su vida o que todavía no incluyen ni siquiera 30′ de deporte en su vida porque lo relacionan con sufrimiento, nervios, tensión y lloros, y no es así, ya que detrás de eso hay alegrías, diversión, superación y vida.
Alguien con tantas ganas por transmitir, explicar y enseñar, no podía sino dedicarse a la formación…
Llevo ya 6 años impartiendo clases a adultos, en concreto en ciclos formativos de deportes. Es mi gran pasión, enseñar a enseñar, ya que estoy formando a futuros monitores/entrenadores del deporte.
Es algo vocacional, ya que no solo es transmitir y enseñar contenidos, si no que va más allá. Cada año me tengo que enfrentar a chavales nuevos, con caracteres totalmente diferentes y siempre es difícil agradar. Mi finalidad es que aprendan al máximo en mis clases y que algún día lo puedan llegar a poner en práctica. Mi asignatura preferida es tutoría, ya que es el momento más íntimo y a la vez en el que más aprendo con ellos. Para mí la docencia es transversal, no solo enseño a mis alumnos, si no que aprendo mucho de ellos.
¿Y entre trabajo y triatlón te queda tiempo para otras cosas?
¡Sí! Me encanta el cine, siempre que tengo un hueco me escapo, además de pasear con mi perro. Pero lo que realmente me gusta es salir a comer fuera, probar restaurantes nuevos, alimentos y maneras de cocinar, soy una glotona.
Y luego están los estudios, me encanta seguir formándome y reciclarme, además es algo obligatorio por mi profesión, ya que constantemente salen investigaciones nuevas, maneras de trabajar diferentes y hay que estar a la última para no quedarse atrás.
¿Cuáles son tus objetivos a medio/largo plazo?
Seguir disfrutando de mi profesión y despertar esta misma pasión al resto del mundo.